Celulares, gasolineras y otros embustes que circulan por la Internet
Era una del sinnúmero de cartas electrónicas que veo a diario, pero ésta con un mensaje alarmante: varios incidentes en los que celulares habían causado incendios o explosiones mientras se llenaba el tanque de gasolina.
En realidad, la advertencia no me aterró a nivel personal. Pero sí me interesó desde el punto de vista profesional, de todo lo que atañe a la ciencia y tecnología. Supuestamente se basaba en una supuesta alerta de Shell. Una búsqueda en Google instantáneamente me dio la información de que esta era una conocida "leyenda urbana", uno de los tantos embustes que circulan por Internet gracias a personas bien intencionadas que los reciben y los reenvían pensando que le hacen un favor a sus amigos.
Estaba seguro de que este era un embuste por una sencilla razón. La carta electrónica terminaba, "Le solicito envíe esta información a todas las personas de su familia y amigos". Esa es la frase delatora, según los expertos en este fenómeno. Nadie responsable cuenta con que se divulgue este tipo de información de forma tan aleatoria.
Había otros indicios de que se trata de un embuste. La fuente es una de mucha autoridad en el campo, en este caso la petrolera Shell, pero no se remite al lector a una página de Internet para obtener mayor información, sino que se pretende orientarlo con el contenido del correo.
Pero si se suscribe a algún boletín de seguridad, por ejemplo informática, se dará cuenta que siempre el boletín lo que contiene es el más escueto resumen de la vulnerabilidad descubierta y un enlace a la página de Internet donde se amplía la información. ¿Por qué? Porque de esta forma siempre se puede ofrecer el dato más actualizado y corregir cualquier imprecisión. Los mensajes fraudulentos no son así.
Los casos más conocidos de este fenómeno son las falsas advertencias de virus informáticos. A veces CNN es la supuesta fuente, en otros Microsoft o hasta una dependencia del gobierno. Por lo normal dicen que los antivirus no sirven contra esta plaga en particular. Piden que se busque un archivo dado en el disco duro de la computadora y que si se lo encuentra, se lo debe borrar y reenviar la advertencia a todos los que están en el listado de direcciones electrónicas.
Claro, el archivo siempre se encuentra: forma parte normal de las instalaciones de Windows. Y normalmente es prescindible, porque si no lo fuera, quien siguiera el consejo de borrarlo no podría seguir el resto de las instrucciones de reenviarlo a todos los que estén en su directorio de correo electrónico.
Pero también hay muchos otros. En Austin, Texas, o Tijuana o El Paso le roban hígados a la gente. Una copa de agua puede explotar al salir del microondas, o preparar comida en éstos es peligroso, porque da cáncer.
En muchos casos, puede haber un grano de verdad detrás de las advertencias.
Sí, se han producido incendios en gasolineras provocados por la electricidad estática, aunque no se han documentado casos en que un celular haya jugado papel alguno.
Sí, hay virus informáticos, y sí, cuando surge uno nuevo, los programas antivirus suelen no detectarlo. Por eso, los programas antivirus tienen mecanismos para su actualización.
Sí, existe el fenómeno de agua supercalentada que no hierve hasta que es perturbada, cuando lo hace, lo hace explosivamente. Por eso los manuales de hornos de microondas recomiendan siempre esperar unos segundos antes de retirar algo del horno. Pero es un fenómeno rarísimo.
Si, existen plásticos que al calentarse (en un microondas o de cualquier otra forma) emiten sustancias peligrosas.
Pero la realidad es que las advertencias de los mensajes son falaces y no presentan información veraz sobre el peligro. Más bien, tienden a sembrar la desconfianza y el pánico, una sensación de que la tecnología está totalmente fuera de control, que los productos que nos rodean son tan malignos que nos van a emboscar a la vuelta de la esquina.
Estos mensajes que advierten con mucha autoridad e información sobre un nuevo supuesto peligro, casi sin lugar a duda lo que le dicen no es cierto, sobre todo si piden que lo reenvíen a medio mundo. Y si aún alberga la más ligera duda, puede disiparla consultando un buscador de Internet como Google con el tema de la advertencia y la palabra "hoax", que significa embuste en inglés, y ha pasado a ser la designación internacional de este fenómeno.